lunes, 21 de abril de 2014

AS2014 - Dia 14 Pai - 05/04/2014

by G

Nos levantamos 8:30. El día estaba algo nublado, pero lindo. La lluvia ya se había quedado atrás. 
El pueblito de Pai es bastante chico. No hay mucho para hacer. La mayoría de las cosas están en las afueras. Con las motos podíamos conocer todo por nuestra cuenta! 
En el pueblo entramos en un 7-Eleven y nos aprovisionamos de comida xa el camino.
Pasamos x una agencia de turismo a simular q íbamos a contratar un tour y sacamos info sobre qué hacer.
La primer parada fue en un templo q esta en una colina. Otro templo… y van. Antes de entrar, nos hicimos un festín de panificados, manteca y leche chocolatada (ver foto 1). Como extrañábamos todo esto! Estos pibes desayunan, almuerzan, meriendan, cena, siempre arroz o algún derivado (ej, fideos de arroz).

Nuestro objetivo era ir emprendiendo el camino de vuelta a Chiang Mai, recorriendo los alrededores de Pai. No queríamos dejar de ver los elefantes, pero había un problema… Preguntábamos por “elefant”… y nada. Hacíamos el símbolo internacional del elefante simulando la trompa con el brazo… nada… FFFFFfff sonido… nada. Ok. Vemos por esa ruta.

Así fue como terminamos en lo que se llamaba “Fish camp”. Un rio que tenia unas “sombrillas” a los costados. Muy lindo. Pocos turista y bastantes locales que se van a refrescar. Con poca profundidad, se puede encontrar una gran cantidad de peces. Alimentamos el cardumen con pan y nos divertimos un rato. La verdad es que daba para quedarse todo el día. Mas que nada viendo la cara de los thai. Se les ponían los ojos redondos cuando las veían a L y a N en sus diminutos trajes de baño… (ellos se meten al agua con rompa entera). Algunos también miraban con cierta curiosidad a V (ver foto 2).

Seguimos rumbo y pasamos por el gran cañón (ver foto 3), hasta que finalmente dimos con un thai que entendió lo que estábamos buscando… “Elepent, elepent”. Ahora sí.

Ver como tienen a los pobres bichos no sacó toda intención de subir a dar una vuelta (ver foto 4). Un animal sagrado el elefante? No parece…

En su lugar seguimos hasta una aguas termales. Qué buena idea, no? Con 40 grados de temperatura, da como para tomarse un refresco en aguas de 32 (y para arriba). Con V nos quedamos en la mas fresquita. Las chicas, mas valientes, se fueron a las de mas temperatura.

En el resto del camino motoquero, nuevamente nos agarró la lluvia. Pero en esta oportunidad estábamos mas preparados (ver foto 6). De lo que no estábamos preparados era de los bichos. Fue terrible. Cuando cayó la noche y ya no podíamos usar los lentes de sol, no había manera de evitarlos. Y el casquito que nos habían dado era sin la protección para los ojos. Ahí estábamos nosotros una vez mas en situación de riesgo. En medio de la nada, de noche, curvas, subidas, bajadas y millones de bichos que se te metían por los rincones mas inhóspitos. Por momentos había que manejar con una mano en la cara y la otra en el volante. La ruta se veía entre los dedos. Igual tranqui. Estoy escribiendo porque estamos vivos.

De alguna manera logramos sobrevivir. Una vez terminadas las curvas, ya mas en la civilización pudimos apurar (mas de 80 esta motito no daba) y llegar a tiempo a devolver las motos.

Ya en Chiang Mai, terminamos la noche comiendo el en mercado y bebiendo unos birrines en un bar donde las mujeres y los chicos-mujeres ofrecen su cuerpo a cambio de dinero. Por la zona no encontramos un bar donde tomar algo que no cuente con este tipo de servicios y la verdad es que teníamos muchas ganas de tomar un refresco antes de ir a dormir.









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