by G
Nos levantamos como a las 10:30. Para habernos acostado a las 4 de la mañana no estaba tan mal. Salir del hotel y enfrentar el calor de esta ciudad fue como recibir una patada en el pecho de un luchador de muay thai. Si bien la temperatura ronda los 30 a 37 grados, la humedad hace que sientas mas de 40. Cansados y con esta temperatura, el día iba a ser pesado.
Camino a nuestro primer destino, nos topamos con nuestro primer intento de estafa. Un tailandes amigable (?) se nos acercó. Con el discurso de ser profesor de historia nos empezó a hablar sobre los templos… Hasta que nos dijo que el Gran Palacio (donde estábamos yendo) estaba cerrado... Agregó que justo hoy era el año nuevo tailandes y que por ese motivo había fabulosas atracciones gratuitas donde nos recomendaba ir. Qué maravilla! Qué oportunidad! Si bien habíamos leído de esto, lo dejamos seguir hablando. En lo personal quería encontrar el gancho… Hasta que el inmundo animal mostró su verdadero rostro. Así de la nada, apareció casualmente (?) un tuk tuk y el pequeño hombre nos recomendó ir con él que por fabulosos 600 bath nos iba a recorrer por as atracciones que debíamos hacer…
Lo abandonamos y tan amable tailades (?) al vernos partir se quedó al grito de “Stupid, stupid, you stupid”… maldito.. él y todos sus budas.
A lo largo del día comprobamos que este mismo verso se iba repitiendo…
Para entrar a los templos te obligan a tener pantalón largo, así que me tuve que quitar la bermuda y ponerme el largo jean. Me sentía un chino de pantalón largo y ojotas... Con el calor, la gota gorda recorría mi cuerpo.
El gran palacio es un grupo de edificios que fueron sede real hasta mediados del siglo pasado. Como era de esperar… oro en abundancia (ver fotos 1-5).
Dentro el complejo se encuentra el templo de Wat Phra Kaew que contiene al mas valioso y venerado buda de Tailandia… el buda de esmeralda. Verlo fue algo decepcionante… no le encontré diferencia con el Manneken Pis de Belgica (ver foto 6).
Al salir, pasamos por el mercado de los amuletos (ver foto 7). Los tailandeses son muy surpersticiosos… hay que verlos inspeccionar los amuletos con diminutas lupas. Ahhh y hablando de amuletos… hay algo que volvió. Ya podemos decir que es un amuleto… (no se si ya adivinaron).
Caminando llegamos al templo del buda recostado. A diferencia del otro, este es un bruto buda de 46 metros de largo (ver foto 8). También vimos al buda sentado… otro buda mas. Este gordito ya me esta cayendo pesado…
Inspeccionando el lugar, pudimos presenciar la iniciación al budismo de un grupo de chicos de entre 7 y 10 años donde, como parte de la ceremonia les afeitan la cabeza. A V lo querían chupar… pero no lo permitimos.
Para completar el día de templos, cruzamos el rio Chao Phraya hasta el templo Wat Arun. Este templo es bastante diferente… con 82 metros de altura, su torre central es la mas alta de BGK. Su aspecto hace recordar a los templos de Camboya a los cuales lamentablemente no vamos a poder ir.
A diferencia del resto, este tiene la opción de subir, pero para subir hay que hacerlo por una escalerita sumamente empinada y con escalones que se van estrechando a medida que vas subiendo… De todas maneras había que subir… (ver fotos 10 y 11).
Cansados optamos por volver al hotel, dormir una siestona y a la noche salir por las calles a comer algunas delicatessen (ver fotos 12 y 13)
No pudimos evitar que V se hiciera de una nueva amiga… pero el desenlace de esta historia se los dejo a su imaginación (ver foto 14).
Nos levantamos como a las 10:30. Para habernos acostado a las 4 de la mañana no estaba tan mal. Salir del hotel y enfrentar el calor de esta ciudad fue como recibir una patada en el pecho de un luchador de muay thai. Si bien la temperatura ronda los 30 a 37 grados, la humedad hace que sientas mas de 40. Cansados y con esta temperatura, el día iba a ser pesado.
Camino a nuestro primer destino, nos topamos con nuestro primer intento de estafa. Un tailandes amigable (?) se nos acercó. Con el discurso de ser profesor de historia nos empezó a hablar sobre los templos… Hasta que nos dijo que el Gran Palacio (donde estábamos yendo) estaba cerrado... Agregó que justo hoy era el año nuevo tailandes y que por ese motivo había fabulosas atracciones gratuitas donde nos recomendaba ir. Qué maravilla! Qué oportunidad! Si bien habíamos leído de esto, lo dejamos seguir hablando. En lo personal quería encontrar el gancho… Hasta que el inmundo animal mostró su verdadero rostro. Así de la nada, apareció casualmente (?) un tuk tuk y el pequeño hombre nos recomendó ir con él que por fabulosos 600 bath nos iba a recorrer por as atracciones que debíamos hacer…
Lo abandonamos y tan amable tailades (?) al vernos partir se quedó al grito de “Stupid, stupid, you stupid”… maldito.. él y todos sus budas.
A lo largo del día comprobamos que este mismo verso se iba repitiendo…
Para entrar a los templos te obligan a tener pantalón largo, así que me tuve que quitar la bermuda y ponerme el largo jean. Me sentía un chino de pantalón largo y ojotas... Con el calor, la gota gorda recorría mi cuerpo.
El gran palacio es un grupo de edificios que fueron sede real hasta mediados del siglo pasado. Como era de esperar… oro en abundancia (ver fotos 1-5).
Dentro el complejo se encuentra el templo de Wat Phra Kaew que contiene al mas valioso y venerado buda de Tailandia… el buda de esmeralda. Verlo fue algo decepcionante… no le encontré diferencia con el Manneken Pis de Belgica (ver foto 6).
Al salir, pasamos por el mercado de los amuletos (ver foto 7). Los tailandeses son muy surpersticiosos… hay que verlos inspeccionar los amuletos con diminutas lupas. Ahhh y hablando de amuletos… hay algo que volvió. Ya podemos decir que es un amuleto… (no se si ya adivinaron).
Caminando llegamos al templo del buda recostado. A diferencia del otro, este es un bruto buda de 46 metros de largo (ver foto 8). También vimos al buda sentado… otro buda mas. Este gordito ya me esta cayendo pesado…
Inspeccionando el lugar, pudimos presenciar la iniciación al budismo de un grupo de chicos de entre 7 y 10 años donde, como parte de la ceremonia les afeitan la cabeza. A V lo querían chupar… pero no lo permitimos.
Para completar el día de templos, cruzamos el rio Chao Phraya hasta el templo Wat Arun. Este templo es bastante diferente… con 82 metros de altura, su torre central es la mas alta de BGK. Su aspecto hace recordar a los templos de Camboya a los cuales lamentablemente no vamos a poder ir.
A diferencia del resto, este tiene la opción de subir, pero para subir hay que hacerlo por una escalerita sumamente empinada y con escalones que se van estrechando a medida que vas subiendo… De todas maneras había que subir… (ver fotos 10 y 11).
Cansados optamos por volver al hotel, dormir una siestona y a la noche salir por las calles a comer algunas delicatessen (ver fotos 12 y 13)
No pudimos evitar que V se hiciera de una nueva amiga… pero el desenlace de esta historia se los dejo a su imaginación (ver foto 14).
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