01/10/2025

IS2025 - Día 18 - Toronto - 30/09/2025

by G

Hoy se termina la aventura. Al menos ésta.

Despertamos en nuestro hotel de Toronto para darle una última vuelta.
Nuestro avión de 15 horas de vuelo salió a las 22 del aeropuerto, por lo que nos dió tiempo para hacer un último recorrido por la ciudad. Ciudad donde se mezclan los edificios tradicionales con los modernos, casi en su totalidad de vidrio y con formas extrafalarias. Donde los locos y homeless se cruzan con la señora que sale a pasear el chiwuawua con botitas en las patas y todo resulta normal. La gente acá tiene naturalizada esa convivencia de la misma manera que los islandeses naturalizan a las auroras boreales. De esa misma manera en la que el tranvía fluye entre los peatones y los autos. Me llamó la atención cómo el vehículo tranvía para en la mitad de la calle, la gente baja y se sube esquivando autos y nadie termina herido.
Una ciudad cómoda, diversa y arquitectónicamente equilibrada con calles y veredas amplias.

     

Al medio día nos fuimos para Kensington Market, un barrio bohemio, lleno de murales. En él se puede encontrar todo lo hippie que te puedas imaginar... ropa usada, comida vegana y hasta un auto viejo transformado en una huerta con tomates, especias y obviamente plantas de cannabis.

     

Toronto nos pareció lo suficientemente yankee como para tener un local de Five Guys y una diversidad cultural similar a la de New York. Bue, una manera poética de decir que había mucho hindie... Pero con un enfoque más hacia el bienestar social y cooperación comunitaria. Un país construido por una identidad más colectiva. En fin, un EEUU pero con un sistema público de salud y educación y con menor desigualdad económica.

Con esto nos despedimos!

Hasta la próxima!

29/09/2025

IS2025 - Día 17 - Toronto - 29/09/2025

by G

A las 9:30 estábamos camino a levantar nuestro auto. Hoy visitaríamos la última cascadita del viaje, las cataratas del Niágara. A dos horas de la ciudad de Toronto, ir en auto resultó la manera más conveniente. 67 CAD de alquiler, 10 CAD de estacionamiento y 27 CAD de nafta. Eso sí, tengan presente que si alguno va a ir, tiene la opción de pagar 37 CAD de estacionamiento ó alejarse unos metros y elegir entre las múltiples ofertas por 10 CAD el día.

El trayecto a la ciudad que lleva el mismo nombre que las cataratas fue todo por autopista. Luego de recoger provisiones en una despensa hindú de dudosa reputación, para las 13 estábamos estacionando el auto.
     

La ciudad del lado canadiense es una especie de Las Vegas, llena de casinos y grandes hoteles.
Las cataratas, está partidas en 3 caídas,. Dos del lado EEUU y otra del lado canadiense. La más imponente de las 3 es la herradura que está del lado canadiense. La vista de las 3 es mucho mejor del lado rojo.

     


La espectacularidad de esos 2,800 m³/s de agua explotando contras las rocas a casi 60 metros se ve un poco opacada por el entorno en que se encuentran. Lo que ocurre es que del lado canadiense, estás en medio de una ciudad de asfalto. Sin coatíes que te afanen la comida, se pierde un poco su encanto.

Después de ver las cascadas desde sus múltiples ángulos decidimos hacer la excursión del bote que te lleva debajo de la cascada. Una experiencia divertida si estás dispuesto a mojarte un poco.

     

     

Sin muchas más ganas de seguir pateando a esta altura del viaje, aprovechamos el auto y nos hicimos una escapada hasta un Ikea que está en las afueras de Toronto.

Ya nos queda poco. Mañana es nuestro último día!

28/09/2025

IS2025 - Día 16 - Toronto - 28/09/2025

by G

Con de horario cambiado a las 7 estábamos todos arriba con los ojos abiertos como los de una lechuza.
Aprovechamos el desayuno del hotel, planificamos el día y para las 10 estábamos fuera.

Nuestro primer destino del día fue el Ripley's Aquarium. Un acuario que alberga una totalidad de 20.000 especímenes acuáticos de 450 especies distintas. Eso si, siendo domingo, había mas pibes que peces. Y todos enloquecidos. Fue medio un caos pero una experiencia fabulosa.

De todas esas especies de animalitaso, la que más me llamó la atención fue el Mississippi Paddlefish, que abre la boca como si se fueran a tragar una pelota de futbol.
Lo mejor por lejos es la experiencia en el túnel subacuático que te lleva con una cinta mecánica a estar rodeado de tiburones, tortugas verdes marinas y rayas. La experiencia creemos que es lo mas cercana a bucear, sin unar el traje ni pagar el curso de padi.

En el acuario también podés ver al pulpo gigante, la gran variedad de rayas, shellyfish y los viejos amigos del buceo como ser el lionfish, groupers y rockfish. También hay un túnel menor por el que pueden pasar gateando los nenes y un montón de diversiones interactivas donde lo más peques pueden hacernos entender a todos su disfrute materializándolos con gritos eufóricos, corridas y aventones de manos.

     

     

     

     

     


Al salir del acuario vimos como el Rogers Center se estaba empezando a llenar de fanáticos del Toronto Blue Jays (el equino local de baseball). El Roundhouse park estaba llena de camisetas azules con gente consumiendo marihuana y alcohol. Casi casi un clima familiar al del estadio de Vicente Lopez. Lo que sí es distinto y nunca voy a entender es cómo pueden juntar 50k de personas para ver cómo un flaco le pega o no a una pelotita durante 2:30hs. Que viva el fútbol!


Luego cruzamos en el ferry a las Toronto Islands (Centre Island) que son un escape perfecto de la ciudad. En tan sólo 13 minutos de ferry cambias el asfalto por senderos arboladas, parques y hasta playas de arena.
Cambias el caos de la ciudad por el sonido de las olas del lago Ontario, pájaros y viento entre árboles.
Ahi pasamos la tarde, literal en la playa del lago!


     

     

Cerramos la tarde en el Distillery District. El Distillery District es como un viaje en el tiempo - 13 hectáreas de calles empedradas victorianas donde cada paso resuena entre edificios de ladrillo rojo de 1832 donde Toronto muestra su lado más auténtico y bohemio. En el lugar las antiguas destilerías Gooderham and Worts se transformaron en galerías de arte, boutiques de diseño, cafés y restaurantes. Y nosotros terminamos la noche en uno de esos!

     


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27/09/2025

IS2025 - Día 15 - Toronto - 27/09/2025

by G

Hoy nos despertamos a las 6 para tomar el avión que dejaría Islandia. Entregamos el auto, nos despedimos de M y J y luego de 5 horas aterrizamos en lo que acá le dicen t-rono (léase con los dientes apretados).

Luego de tomarnos el UP (tren que te lleva a la ciudad), llegamos a nuestro hotel y para eso de las 13 estábamos en la habitación. Para ese momento, el madrugón y el viaje parece haber puesto a las crianzas en un nivel de intensidad alta. Saltando de una cama a la otra cama, jugando cual titanes en el ring, a los gritos y sin dar acuse de recibo. La habitación parecía zona de guerra en la cual no habia manera de ejecutar un alto el fuego. La paciencia de la madre no aguantó, se chifló, y nos abandonó. De todas maneras, después nos terminamos enterando cuál era en realidad su malvado plan.

Sólo, con los niños, decidí revivir la bermuda y sacarlos a dar una vuelta para evitar que nos rajen del hotel. Aprovechamos para ir a la plaza que por cierto estaba explotada de niños. Siendo las 3 de la tarde, fue algo que me llamó mucho la atención. No van al colegio estos pibes? Sólo van a la mañana? Luego caería en la cuenta que es bastante normal que los niños estén en la plaza un Sábado.

Fuimos por unos helados, nos cruzamos con unos homeless y volvimos al hotel para un baño. A esa altura los nenes ya estaban para que les empiecen a dar monedas.

     


     

Arreglamos con L juntarnos a las 19 en P.J. O'Brien, un Irish Pub que estaba a una distancia caminable. Al llegar, fue mi no sorpresa encontrarnos a la madre abandonadora de niños con bolsas de Ikea, Marshals y HyM con una paz interior como si hubiera tenido una tarde de spa.

Para cenar, nos pedimos una hamburguesa, fish and chips y unas ribs. Todo acompañado de una Guiness y una Smithwick's.

     

Cansados, nos fuimos a dormir temprano que mañana nos esperaría nuestro día completo en Toronto!

26/09/2025

IS2025 - Día 14 - Islandia - 26/09/2025

by G

Nos levantamos con lluvia torrencial. Finalmente, después de tantos días amagando se materializó el diluvio. Por suerte estábamos en el departamento de Kitty!

Pero eso no nos iba a detener. Después del medio día, con los huevos de un toro con hidrocele, decidimos ignorar el clima y salir. Después de todo era nuestro último día en Islandia y había que aprovecharlo a como de lugar.

     

Pasamos por Seltun, otra colorida área geotérmica con sus tonos y olores ya caracteristicos. Sobre todo el olor al que nunca te terminas de acostumbrar.

     


Nuestro destino principal para el día de hoy era Blue Lagoon, el balneario geotérmico más famoso de Islandia que se caracteriza por sus aguas de color azul lechoso y temperaturas de 40 grados. Fue creada artificialmente en un campo de lava y formada con los desechos de la planta geotérmica Svartsengi que esta al lado. Aunque el agua está naturalmente calentada por actividad volcánica subterránea, la laguna en sí es completamente artificial. 

El circuito de ingreso, al menos a mí me resultó un poco confuso. 

Te vas moviendo con una horda de personas que te van señalando puertas sin mucha instrucción de qué tenés que hacer en ellas. Pasas por un molinete y llegas a unos lockeres. Ves gente desnuda. No entendés si están llegando o si se están retirando. Algunos secos, otros mojados. Asumis que te tenés que sacar la ropa. Ves a un coreano secándose el pelo y armándose el jopo.  También a un indú paseándose en pelotas por todo lados como si tuviera algo imponente por lo cual sentirse orgulloso. Pones las cosas en el locker y vas por unos pasillos hasta llegar a unas duchas. A bañarse. Cuando salís de ahí te preguntas... Y ahora? Vuelvo al locker? Ves gente que vuelve y otras que no. No volves sino que decidís seguir para adelante. Te pones la malla. Estás cagado de frío y nadie te dan una toalla. Llegas a un lugar donde hay gente en bata y hay cientos de ojotas tiradas en el piso. Te preguntas si es una especie de ritual voodoo. Mientras te seguís cagando de frío. Tu hijo tiene la misma inseguridad y te mira buscando confianza. Obviamente pones cara de que sabes lo que está pasando. A un costado encontrás una rampa con agua y una puerta, dejas tus ojotas, te metes en el agua y cruzas la puerta. El frío de los 5 grados te congela la cara pero sentís alivio al ponerte en cuclillas y que el agua caliente te comienza a revivir.

Después de esa puerta comienza la experiencia Blue Lagoon. Les cuento como la vivi yo:

La profundidad de la pileta debe ser de 1m, por lo que para no cagarte de frío te moves agasapado y dando pequeños saltitos. El agua azul es salada a más no poder, por lo que no es buena idea sumergir la cabeza. Luego te encontrás con gente con máscaras de barro de distintos colores. De golpe vuelve sobre tu cabeza la idea del ritual voodoo. Decidís sumarte vos y tu familia a esa experiencia y terminas blanco como Loki en Vikings. Mascara que por cierto, también es salada. Te cruzás con cosas bizarras, cómo un grupo de japonesas que con unos 50 años decidieron entrar al agua con bracitos para niños. Mientras tanto, por las pasarelas que se encuentran en el borde de la pileta se pasean empleados vestidos de negro mirándote cual guardias del Juego del Calamar. Una vez que tenés los dedos lo suficiente achicharrados salís, te bañas nuevamente y estás fuera.

     

Luego de la particular experiencia, encaramos la visita al volcán Fagradalsfjall con expectativas de ver lava líquida. Después de todo, había hecho erupción hace 4 días! Llegamos por la tarde, cuando estaba comenzando a bajar el sol. El impulso aventurero apaciguó al instinto de supervivencia y nos hizo encarar el trekking de 2,5km al spot donde estaba la lava. Lo que no decía el cartel es que esos 2.5km incluian subir casi unos 500m hasta los más alto de la montaña! A C y a B les costó. A nosotros nos costó, pero llegamos. Un escenario un silencio sólo interrunpido por el ruido del viento y el griteria de nuestros hijos, lava negra hechando humo y la ausencia de lava liquida. Fue justo ahí, cuando llegamos a la cima que explotaron un mix de sensaciones en mi cabeza. Complacidos por haber alcanzado el objetivo, decepcionados por no ver lava roja, asustados por ver cómo comenzaba a anochecer. Con los últimos rayos de luz y a camino firme volvimosa la base, nos subimos al auto y regresamos a la casa.

     

     

     


No hubo mejor noticia que entrar al departamento y encontrar que M y J nos estaban esperando con un pollo con arroz listo y el vino frío que nos había dado Kitty.

Así finalizó nuestra vuelta por Islandia, destino al que probablemente volvamos algún día.


Mañana nos vamos a Toronto!