Con de horario cambiado a las 7 estábamos todos arriba con los ojos abiertos como los de una lechuza.
Aprovechamos el desayuno del hotel, planificamos el día y para las 10 estábamos fuera.
Nuestro primer destino del día fue el Ripley's Aquarium. Un acuario que alberga una totalidad de 20.000 especímenes acuáticos de 450 especies distintas. Eso si, siendo domingo, había mas pibes que peces. Y todos enloquecidos. Fue medio un caos pero una experiencia fabulosa.
De todas esas especies de animalitaso, la que más me llamó la atención fue el Mississippi Paddlefish, que abre la boca como si se fueran a tragar una pelota de futbol.
Lo mejor por lejos es la experiencia en el túnel subacuático que te lleva con una cinta mecánica a estar rodeado de tiburones, tortugas verdes marinas y rayas. La experiencia creemos que es lo mas cercana a bucear, sin unar el traje ni pagar el curso de padi.
En el acuario también podés ver al pulpo gigante, la gran variedad de rayas, shellyfish y los viejos amigos del buceo como ser el lionfish, groupers y rockfish. También hay un túnel menor por el que pueden pasar gateando los nenes y un montón de diversiones interactivas donde lo más peques pueden hacernos entender a todos su disfrute materializándolos con gritos eufóricos, corridas y aventones de manos.


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Al salir del acuario vimos como el Rogers Center se estaba empezando a llenar de fanáticos del Toronto Blue Jays (el equino local de baseball). El Roundhouse park estaba llena de camisetas azules con gente consumiendo marihuana y alcohol. Casi casi un clima familiar al del estadio de Vicente Lopez. Lo que sí es distinto y nunca voy a entender es cómo pueden juntar 50k de personas para ver cómo un flaco le pega o no a una pelotita durante 2:30hs. Que viva el fútbol!
Lo mejor por lejos es la experiencia en el túnel subacuático que te lleva con una cinta mecánica a estar rodeado de tiburones, tortugas verdes marinas y rayas. La experiencia creemos que es lo mas cercana a bucear, sin unar el traje ni pagar el curso de padi.
En el acuario también podés ver al pulpo gigante, la gran variedad de rayas, shellyfish y los viejos amigos del buceo como ser el lionfish, groupers y rockfish. También hay un túnel menor por el que pueden pasar gateando los nenes y un montón de diversiones interactivas donde lo más peques pueden hacernos entender a todos su disfrute materializándolos con gritos eufóricos, corridas y aventones de manos.









Al salir del acuario vimos como el Rogers Center se estaba empezando a llenar de fanáticos del Toronto Blue Jays (el equino local de baseball). El Roundhouse park estaba llena de camisetas azules con gente consumiendo marihuana y alcohol. Casi casi un clima familiar al del estadio de Vicente Lopez. Lo que sí es distinto y nunca voy a entender es cómo pueden juntar 50k de personas para ver cómo un flaco le pega o no a una pelotita durante 2:30hs. Que viva el fútbol!
Cambias el caos de la ciudad por el sonido de las olas del lago Ontario, pájaros y viento entre árboles.
Ahi pasamos la tarde, literal en la playa del lago!




Cerramos la tarde en el Distillery District. El Distillery District es como un viaje en el tiempo - 13 hectáreas de calles empedradas victorianas donde cada paso resuena entre edificios de ladrillo rojo de 1832 donde Toronto muestra su lado más auténtico y bohemio. En el lugar las antiguas destilerías Gooderham and Worts se transformaron en galerías de arte, boutiques de diseño, cafés y restaurantes. Y nosotros terminamos la noche en uno de esos!
Que hermoso el paseo en el acuario!! Nora y Hugo
ResponderEliminarQue hermoso el paseo en el acuario!! Nora y Hugo
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