Luego de un vuelo de 5 horas, a las 8 de la mañana estábamos tocando suelo islandés. Desde lo alto del avión ya se veía un suelo árido, campos desolados y muy pocas casitas. Con tan sólo 3 horas de sueño y en modo zombie, comenzamos a encarar el día.
Nuestro plan en Islandia consiste en circunvalar la isla por el Ring Road (ruta 1). Un trayecto de unos 1.332 km y para eso alquilaríamos un auto.
Descubrimos que hay varios tipos de empresas de alquiler de auto. Las de primera línea, son las empresas que tienen el mostrador y el parking del auto en el mismo aeropuerto. Las segundas marcas son las que tienen el mostrador en el aeropuerto y te llevan con un shuttle hasta el pick-up del auto que suele estar fuera del aeropuerto. El tercer tipo de empresa es la que no tiene ni el auto ni el mostrador, las tenés que llamar y te vienen a buscar. Después de todas esas, están la que no tiene el mostrador en el aeropuerto, no tiene el auto en el aeropuerto y no te vienen a buscar aunque les escribas, les mandes mails y hagas señales de humo. Esa es la que contratamos nosotros.
Por suerte, a esta altura de nuestro viaje se nos están sumando M y J. Ellos llegaron 2 horas después que nosotros. Justo en el momento en el que el islandés se acordó que nos tenía que venir a buscar.
Al llegar, algo nos dijo que no entendí pero estoy seguro de que si hubiera nacido en Bogotá hubiera sido un "qué pena contigo".
El segundo cachetazo que nos dio Islandia fue cuando pusimos el primer pie fuera del aeropuerto. 4 grados de temperatura y vientos de 45km/h que se sienten como pequeños alfileres que te atraviesan la piel... Definitivamente es hora de ponerse la ropa térmica.
Después de hacernos del auto, nuestra primera parada fue el super para hacernos de provisiones para la semana. Escuchamos que a medida que te vas adentrando en el pais, la oferta de supermecados es escasa.
Así que fuimos al BONUS que esta cerca del aeropuerto que tiene de todo. Bueno, CASI de todo. Estos pibes no venden alcohol en los supermercados!
En nuestro trayecto aprendimos que el homos iselandicus, es un ser sufrido y por eso te trata con indiferencia, sin calidez o simplemente para el culo. Desde el que te entrega el auto con una sonrisa falsa que deja ver que le importa 2 huevos haberte hecho esperar, hasta una cajera a la que le pedis asistencia para comprar un cafe. Te pueden ignorar ó mirarte y escupir un "qué problema tenes que no podes sacar un café" con ojos rojos de furia.
Y se entiende. Se cagan de frío en verano. Se recontra cagan de frío en invierno. Ya sea por la nieve o por el viento, cuando salen fuera de la casa sufren. En invierno casi no tienen luz. Y como si no alcanzara, la cerveza con mayor cantidad de alcohol que puede encontrar en el super tiene 2.5% de alcohol. Eso explica muchas cosas.
El primer intento de parada fue el parque nacional Þingvellir, pero sólo quedó en un intento. La aproximación más cercana que tuvimos fue al momento de marcar territorio en los alrededores cuales perros. Islandia es un pais desolado. Los servicios que hay (baños, estaciones, etc) son muy buenos, pero son escasos. Haber dejado pasar una estacion de servicio implicó no tener un lugar de aseo por kms.
Donde si fue una parada obligatorio fue Geysirs.
Islandia está parado sobre la intersección de 2 placas tectónicas (Norteamericana vs. Placa Euroasiática) que se están separando. El magma sin pasar por las capas intermedias se escurre y casi que llega a la superficie. El magma calienta el agua de las napas, y toda la presión que se junta se libera por pequeñas fisuras de la tierra escupiendo agua. A eso, en islandés, se le lleman geysir.
Yo creo que esto nos está diciendo a los humanos "salgan de aca, se los estoy avisando", pero nadie parece escuchar.
Al llegar, el olor a que alguien se estaba sacando un peso de encima después de haber comido unos bocaditos de momia, nos indicaba que estábamos llegando. Era el azufre que se disuelve en las capas subterráneas y sale a la superfice junto al vapor de agua.
La zona de Geysir, parece producida por ciencia ficción. Un horizonte de estos pisos humeantes dan la impresión de que estas entrando en Mordor. La gracia del lugar es esperar unos minutos hasta que el geyser original, el que le dio el nombre al resto, el Sr. Geysir, escupa agua y haga su magia. Si bien hoy en día tiene su potencia reducido, sigue siendo un espectáculo digno de apreciar.
Tanto olor a azufre nos llevó a investigar y encontramos este dato curioso respecto al agua. Tienen dos sistemas de agua: uno volcánico y otro glacial.
El agua fría es la que proviene de fuentes subterráneas naturales y es completamente segura y rica para beber.
El agua caliente, aunque segura, tiene un ligero olor a azufre. Esto se debe a que se calienta a través de la energía geotérmica, que puede dar un aroma parecido al de los huevos podridos. Sin embargo, no afecta su calidad ni su seguridad.
Nuestra segunda parada fue la cascada de Gullfoss. Muy fotográfica la cascada. El problema fue tener que estar ahí para sacar la foto. El viento y el frío hizo que la parada fuera relámpago.
Cansados, llegamos a nuestra casita en Flúðir que se encontraba en el medio del campo. El aroma a "campo" nos recibió con todo su impacto. La casa funcional, tenía de todo, incluso pudimos lavar y secar la ropa para tranquilidad de todos Uds.. Pero la estrella del lugar era el hot tube que nos esperaba con una temperatura de 38 grados (temperatura exterior, y 1ºC). El único desafío era entrar y salir!
Unos schnitzels y unas pizzas y a dormir!
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