Dejamos nuestra cabaña de Hvolsvöllur y nuestra primera parada fue la cascada de Skógafoss.
Linda, con una escalera de 624 escalones que te elevan unos 200m hasta lo mas alto de la cascada. Si venis no pierdas tiempo y saliva en subir, ya que una vez que llegas a la cima, estas en el único ángulo en el que resulta imposible sacar una foto. Ahora, en la base, es top 3 de de cascadas. Y eso que estamos viendo cascadas eh...
Sin mucho esfuerzo, te podes acercar lo suficientemente cerca como para experimentar como esa cortina de agua impacta contra las piedras volcánicas generando un verdadero impacto visual y sonoro.
Luego iríamos a la cascada Kavernufoss waterfall que está ahí nomás. Si bien peque, en un entorno perfecto ya que llegamos con muy poca gente alrededor. Su clave es poder pasar por detras de la cascada y ver cómo por delante tuyo cae el chorro.
Luego iríamos a la cascada Kavernufoss waterfall que está ahí nomás. Si bien peque, en un entorno perfecto ya que llegamos con muy poca gente alrededor. Su clave es poder pasar por detras de la cascada y ver cómo por delante tuyo cae el chorro.
La playa negra Reynisfjara Beach, en la que si bien pagas el parking, te ahorras el bronceador. Porque al momento de salir de auto, el viento nos hizo dar cuenta que no seria un dia para bikini. El chiflete de unos 80km/h en la costa te generaba un frío que te hacia desear estar en supermercado metido en la heladera para estar más calentito. Tanto frio que ni las focas se animaban a asomar la cabeza.
El camino a nuestro hospedaje fue de lo mejor. La ruta principal se desvía por un camino de piedra que atraviesa el Eldhraun lava field. Algo que parecieran ser unos muzgos verdes brillantes crecidos sobre las rocas volcánicas negras que te hace pensar que en cualquier momento va a aparecer uno de los bichos del Eternauta. Luego entenderíamos que estos campos tienen un tamaño de 565 km² y se crearon luego de la explosión del volcan Laki.
Nuestro hospedaje en Kirkjubæjarklaustur (pronuncia eso F.F.!) era una hermosa cabaña con otro hot tub! No se qué les pasa a estos islandeses con el fanatismo con los hot tub, pero despues de pasarte un dia de caminata, meterte en esa cosa con 40 grados te hace ver auroras boreales.
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