by G
Y un día dejamos el mar, la arena, la playa y a los italianos.
Ciao, siamo fori, arrivederci.
A las 5 nos levantamos. Agarramos nuestras mochilas, manejamos al aeropuerto, entregamos "la máquina" y nos subimos al avión.
El próximo destino, la ciudad germana de Hamburgo.
El aéreo de Condor fue bastante bueno y tras dejarnos en el aeropuerto nos tomamos el S1 a Hamburg Hauptbahnhof (estacion central de tren). Como se imaginarán, B fascinado con cado uno de los trenes.
Llegar y ver otra vez un cuervo me hizo pensar... No tenemos cuervos en casa! Dato: hay cuervos en todos lados menos en sudamerica. Tal vez esta sea la explicación muchas cosas.
Camino a nuestro departamento fuimos viendo que la zona no era la mejor. Atravesamos árabes, indues y algunas chicas corpulentas que parecieran trabajar de su cuerpo.
Pero momento. El edificio que nos tocó y nuestro anfitrión se llevan un 10.
A diferencia de otros hospedaje, acá nos recibió Karsten. Un tipo ordenado, una mezcla entre refinado, bohemio y punk. Algo vintage, con muñequeras de cuero, cadena para las llaves, zapatillas rojas desatadas, camisa y alma de Rob Halford.
Con él compartimos un café y su cara de preocupación al ver la energía comprimida que traía B. Haríamos todo lo posible para tratar de mantener el clima de este fabuloso departamento de hace más de un siglo, 130m2 y pisos de pinotea. La fachada de este edificio se suma otros edificios antiguos que dan sobre la plaza Hansabrunnen.
Más tarde nos enterariamos que St. Georg, distrito donde estamos, es el barrio gay de Hamburgo. Eso explicaría un tanto de otras cosas.
Al salir a caminar por la ciudad nos encontramos con que casi no hay sendas peatonales. Basicamente la gente cruza anárquicamente por cualquier lado. Al menos en la estacion y alrededores.
Pasamos por el palacio municipal y la iglesia de St. Nicholas, hecha cuero en la segunda guerra mundial.
La ciudad cuenta con unos 2300 puentes. Hamburgo es la ciudad con más puentes del mundo.
Por momentos tradicional y por otros moderna. Al igual que Berlín y a diferencia de Munich, después de haber sido bombardeada en la segunda guerra mundial, la ciudad renació con edificios nuevos. En esta ciudad conviven los edificios tradicionales con increíbles y locas construcciones modernas.
Despues de haber recorrido gran parte de la ciudad hubo premio para B y para L.
B terminó en una plaza tirándose de toboganes, trepando sogas y persiguiendo pajaritos.
L terminó en un H&M persiguiendo papelitos rojos (marcas de liquidacion).
Amo sus vacaciones! Una foto más linda que la otra!♡
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