sábado, 16 de septiembre de 2017

EU2017 - Día 3 - Exodus a Estrasburgo - 16/9/2017

by G

Nos levantamos mas cansados que antes de habernos acostado. Como si nos hubiese pasado una aplanadora x arriba. No sé si fue haber compartido la cama con B (con tal de no aplastarlo terminamos los 2 durmiendo en el borde), que nos cayo de golpe el cansancio del largo viaje o la cama de Darius en la que al acostarte se producía un efecto succionador que te hacía llegar el interior del colchón. Lo más cercano a dormir en un colchon inflable a medio inflar (foto 1).
Pero momento, eran las 4 de la mañana y B quería solo quería teta. Seguimos durmiendo y arriba recien a las 10.
Dormimos 11 horas! Lpm! Que bien se siente.

Un merecido baño, un desayuno provisto por Darius y salimos como nuevos a la cancha.

Por delante un día de encuentros. J ya camino a Strasbourg. D y F aterrizando en el aeropuerto de Frankfurt. Que puede pasar mal? 3 grupos de argentinos viniendo de direcciones opuestas con un destino común.

Antes de la estación (foto 2), pasamos por Baby-Walz, resulta que el fabuloso stroller alemán debe tener alguna pieza china, porque la hebilla que lo libera a Bruno abre realmente para el culo. Es eso, o estos alemanotes son de dedos fuertes.
De paso, sumamos un bártulo más. Un cochecito para F.
A esta altura que éramos, L, G y B, mas las 2 mochilas grandes, dos mochilas chiquitas, el cochecito de B, el cochecito de F y el huevito.

En la estación nos encontramos con D y F. 12 del medio día y algo rápido para comer que se nos va el tren. A los bártulos existentes, se nos sumó la valija de D y la mochilas de mano de D y F. (foto 3)

Fabuloso tren de alta velocidad, que nunca falla. O al menos que casi nunca falla... solo falla cuando a un puente se le ocurre desmoronarse y en consecuencia te suspenden el tren.

Vamos metiéndole condimento al día.

El nuevo plan tampoco parecía taaaan terrible. Tren hasta Karlsruche y ahí conectar un bus que nos dejaría en Strasbourg.

Subir al tren fue toda una aventura. L, G y B, F, D con las 2 mochilas de 65 litros, las dos mochilas chiquitas, el cochecito de B, el cochecito de F, la mochila grande de D, la mochila de mano de D, y el huevito... si, el puto huevito que ya no se donde meterlo! Yo no sé x qué trajimos esta porquería si al fin y al cabo podíamos mandar a B al baúl y listo.


Subir todo en tiempo récord, buscar asiento (claramente no teníamos asiento asignado), pasar un pasillo, el cochecito choca, la valija se traba. Asientos separados.. y a todo esto, en el medio del quilombo un aleman diciendo "Fire emergency". Pero qué carajo le pasa a este tipo?
El señorito quería pasar por el pasillo, el tren había arrancado y nuestro cochecito seguiré obstruyendo el paso... claramente no podía entender cómo eso estaba ocurriendo. Si el tren ya había salido de la estación hace 45 segundos! Me quería explicar que los pasillos tiene q estar libres x si hay un incendio y hay que evacuar. Se ve que me vio prendido fuego y se imaginó lo peor.

Una vez acomodados, el tren estuvo bárbaro. Cada uno tuvo tiempo para aprovechar el viaje de la mejor manera (foto 4)

Después tocó subirnos al bus (foto 5). Atravesamos todo el verde paisaje para adentrarnos en la ciudad de Strasbourg, donde nos juntamos finalmente con J (foto 6).

Nuestro nuevo hogar por 2 noches resulto ser un departamento fabuloso a minutos de la estación de tren. Nos acomodamos, no perdimos el tiempo y salimos a caminar.

La ciudad de Strasbourg se vio fabulosa. Una mezcla alucinante entre la edificación típica alemana, con la francesa y sus incipientes balconcitos (fotos 7-10). Ya adentrados en la noche no hicimos mas que refugiarnos en un restaurante donde probamos la muy famosa tarte flambée (Flàmmeküechen en alemán).
Entre nos, una especie de pizza a la superfinita.
Algunos comimos (fotos 11-13) y otros no hubo forma (foto 14)
Para no sentirnos solos en la vuelta a casa, una leve lluvia nos acompaño en el camino.















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