lunes, 17 de septiembre de 2018

JA2018 - Día 5 y 6 - Viaje - Al infinito y mas allá - 17/9/2018 y 18/9/2018

by G

El día comenzó tempranito. A las 5 am despertamos por última vez en la ciudad de LA.
A las 12 del medio día salía nuestro avión.
En el camino vimos arder en el cielo la terminal 4. Un incendio "controlado" estaba teniendo lugar justo donde nuestro avión debía partir. Al parecer jugar con el chaski boom en medio de un tanque de nafta no estaría siendo buena idea.

Entregamos el auto, al aeropuerto y arriba del avión.
Este aéreo fue de día. Viajar de dia y B solo duerme siestas diurnas.

Nota para AA... se notó la diferencia en el servicio para este trayecto en comparación con el trayecto anterior (viaje de la misma cantidad de horas). Este tramo contaba con un avión más nuevo cuyos vidrios de las ventanas y luz interior iba cambiando de color a medida que iba avanzando el viaje. También nos dieron de comer 3 veces!

Es realmente loco salir a las 12, viajar 12 horas y llegar a las 16 del día siguiente.

La primer cosa que note al poner un pie en Japón es que acá toda la gente tiene los ojos distintos. La segunda cosa que nos llamó la atención fueron los inodoros (seguiremos hablando de esto después).

Habiendo dormido poco nosotros todos, emprendimos viaje hasta nuestra guarida.
Sacamos plata del cajero porque acá la tarjeta de crédito no sirve para nada, canjeamos el jrpass y nos dirigimos al tren que nos llevaría a la ciudad.
Un poco observados por nuestras caras extrañas y otro poco por los gritos de B endemoniado de sueño, viajamos con todos nuestros bártulos por el lento y barato tren que nos dejó en Tokio (la opción rápida salía 3 veces mas)

Para terminar de darle condimento a la situación, se largó a llover.

Así que, con la lluvia, los bártulos, B llorando, con todo escrito en japonés, la gente observándonos y siguiendo las instrucciones que nos había mandado nuestro anfitrión Yoshi, finalmente llegamos.

El lugar chico, como no podía ser de otra manera, con distribuciones raras. Ducha, inodoro y lavamanos repartido en tres lugares distintos, pero en un mismo ambiente compartido con la cocina y el comedor.

Obviamente 1 sola habitación con 2 camas con un colchón que me hizo recordar el de Frankfurt, solo que este chupaba por los costados. (http://www.viajeslyg.com/2017/09/eu2017-dia-3-exodus-estrasburgo-1692017.html)

El inodoro, es lo que te termina de romper la cabeza. Un artefacto digno de la palabra trono, lleno de botones que anda a saber qué hace cada uno. Al verlo me hizo sentir como Stallone en El demoledor, con las 3 conchas. Por suerte Yoshi nos dejó las instrucciones de cómo usarlo.

Cansados pero hambrientos, cargamos a B en la mochila y fuimos a un super en búsqueda de algunos alimentos. Una sensación similar a entrar a un super en el barrio chino, solo que acá no hay nada traducido.

Guiándonos por nuestra intuición y valentía, terminamos cenando unos noodels, unos porotos y 4 piezas de sushi caliente. El postre un poco difícil de describir. Unos palitos fálicos con una especie de goma blanca, bañados en un líquido color chocolate, pero cuyo sabor nada tenía que ver con eso. Todo acompañado de una rica Sapporo (cerveza local)

La noche nos aplastó, y después de este día de 40hs nos fuimos a dormir.






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