08/07/2023

AM2023 - Día 3 - Port Antonio - 8/07/2023

 by G

A las 6:20 tenemos a los dos monstruos saltándonos en la cabeza.
Desayunamos y salimos temprano. Nuestro destino era Port Antonio. El hospedaje era por ahí... o a lo sumo un poquito metido adentro.

La ruta A4 que atraviesa el norte de la isla sería nuestro camino. La estamos recorriendo de oeste a este. Es una ruta en muy buenas condiciones, por momentos de 1 carril, por momentos de 2 pero con buen estado de asfalto.

Nuestro instinto de precaución nos hizo parar en un súper a mitad de camino donde compramos arroz, pollo y langostinos entre otras cosas.
Nuestro host de la próxima morada nos anunció que nos estaría esperando al costado de la ruta para acompañarnos. 

De a poco el camino a nivel del mar comenzó a tener altura. La ruta recta comenzó a tener curvas, el asfalto se convirtió en ripio y la vista del mar pasó a ser vegetación cerrada que invadía el camino. Estábamos metiéndonos dentro de la selva Jamaiquina.

Despues de unos 20 min sin saber si ibamos bien, nos encontramos en la ruta con Pauline quien nos terminó escoltando hasta el lugar. A pesar del duro camino, todo era optimismo hasta que nuestra amiga nos dijo que en lo alto de la montaña, con 50 grados de calor, se acaba de cortar la luz. Pensamos que nos estaba engañando con esa circunstancialidad, como lo hacen los chinos cuando te dicen que "no les está andando el postnet", pero no. Era real. 

La casa del estilo colonial que tanto le gusta a L está en una colina rodeada de vegetación. Palmeras, bananos, muchas flores y hasta unas cabras que andan dando vueltas. Por supuesto no pueden faltar los gallos que se encargan de competirle a C al momento de despertarnos por la mañana.
 
Comimos rico (esos langostinos eran para chuparse los dedos) y decidimos escapar al aire acondicionado del pan lactal con destino la fabulosa Somerset Falls. Una cascada a la que llegas con un barquito. Imaginamos que el lugar sería refrescante y relajador. Sólo imaginar cómo esa dulce y fresca agua caería por nuestras espaldas, nos llenaba de alegría.

Lástima que la cámara de agua tiene rota la memoria. Y más lastima aun que al llegar nos encontramos con un morocho vendedor de pasta de coco quien nos dijo que el lugar estaba cerrado por algún motivo relacionado a la corriente.

Parece que alguien insultó al dios de la corriente hoy y este hdp estaría tomando venganza en todas sus acepciones posibles.

El día no podría ser peor. 

Eran casi las 3 de la tarde y estábamos sin rumbo. Pasamos por un par de playas públicas, pero de acceso complicado. 

Terminamos en el paseo de la marina. Había un par de barcos de guerra, un paseo con palmeras y mucho mucho sol.

No duramos mucho. Decidimos emprender la vuelta y al pobre B le agarró una de sus migrañas con vómitos. 

Así que llegamos cagados de calor, ya sin agua fría, con B llorando y el auto vomitado.

Cuando no podía haber más malas noticias, nuestra suerte pareció cambiar. La luz había vuelto. Así que con unas cervezas, helado y un pollo con papas terminamos el día.













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