Nos levantamos 8:30 y fuimos corriendo a desayunar. A las 10:30 nos estaban esperando para nuestro primer buceo, por lo que había que ir bien comidos para tener energía.
Pasaron más de 6 años desde nuestra última inmersión. Saquen cuentas...
Desayuno de campeón con frutas, jugos, rolls de canela y café con leche.
Nuestro instructor Franco nos estaría esperando con el equipo. Nos subimos al barco y nos dirigimos al spot de buceo llamado Dressel Reef. Entre otras cosas vimos peces globo, lion fish y trumpeter fish y un peacock flounder .
Luego de 43 minutos volvimos a la superficie. Una superficie un tanto alocada. Las olas pegaban contra el barco, el barco se movía y también mi estómago.
Luego de un ratito, salieron las frutas, el jugo, los rolls de canela y el café con leche. Todos en el barco celebraron la ofrenda, ya que la comida implica más peces y más peces implican mejores buceos.
Efectivamente, una nueva baja en el equipo. La abuelita parece ser la única invicta.
Para recuperar el eje, pasé un rato en la habitación mirando Dungeon and Dragons con los peques.
Por la tarde, un ratito de playa.
Por la noche intentamos una estrategia nueva... Hacer comer a los pequeños temprano y después ir a comer nosotros.
Tuvimos éxito! Los 2 se durmieron (C en el cochecito y B en una camita improvisada con sillas). Los grandes pudimos disfrutar del steak house. Ojo de bife, un bife New York y salmón fueron nuestros platos.
Después de eso a dormir!
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