11/07/2023

AM2023 - Día 5 - Falmouth - 10/07/2023

by G

Hoy dejamos nuestra casa en la jungla para comenzar el regreso a la parte oeste de la isla.

En el camino tuvimos una nueva baja. Esta vez no fue la panza de C o la migraña de B. Tampoco el temita de L. Hoy le tocó al abuelo, al que al parecer esto de las curvas y las contracurvas no le dejan disfrutar mucho del paisaje Jamaiquino. Se ve que en el baúl del pan lactal la cosa está más movidita y eso le hace mal.
(por ahora la abuela y quien les escribe estamos en óptimas condiciones).

El camino de vuelta fue largo. Casi que tuvimos que recorrer la isla de una punta a la otra.
Pasaron 170km y 3hs cuando llegamos a Falmouth. Siendo el medio día, comimos algo en Father Bull, un parador pegadito a la ruta y al mar.
Para casi todos, fue un éxito. Obviamente que el abuelito nos miró comer.El menú consistió de papas fritas con salsa de queso, camarones y panceta (un verdadero quilombo), unas piezas de pollo frito y un guisado de cerdo.

Nuestra casa de hoy se encontraba en un barrio cerrado. El acceso me hizo recordar a Ian y a Bradley en Onwards tratando de encontrar la gema fenix .
Primero nos registramos en la entrada del barrio. Después seguimos el caminito hasta la casa. Curva, cartel de stop, giro a la derecha, contar 24 casas. Solo faltaba un mapa con la X marcada indicando el punto de llegada. El tema no terminaría ahí. Al llegar había que encontrar el candado oculto, abrirlo con la clave secreta para obtener la llave que abriría la reja.
Una vez pasada la reja solo restaría introducir un nuevo código para abrir la puerta central.
Luego de ingresar, al momento de poner la clave del Wifi ya me sentía Carlin Calvo en El Hacker.

Nuestra pequeña mansión contaba con 3 habitaciones, con 3 baños en suite y todos los ambientes con AC. No podíamos pedir más!

Por la tarde nos fuimos de excursión a Luminous Lagoon Glistening Waters.

Es una laguna que se forma por la unión del río Martha Brae de agua dulce con el agua salada del océano. Estas condiciones favorecen la reproducción de organismos dinoflagelados microscópicos que emiten bioluminiscencia cuando son agitados.

La excursión consta de un barquito que te lleva a la mitad de la laguna donde las luces de la costa son tenues y te permiten nadar en el agua que se enciende con cada movimiento generando una experiencia mágica que te hace pensar en el mundo de Avatar.

Es una de esas vivencias por las que a priori no das dos mangos (bueno, si queres ir a vivirla en realidad tenes que gatillar unos 25usd por persona). La verdad es que cuesta mucho con las fotos reflejar lo que se vive en la laguna.
La bioluminiscencia de esta laguna solo ocurre en 4 partes del mundo (Indonesia, Bahamas, Puerto Rico y Jamaica.) Si tienen la oportunidad de hacerlo, no la dejen pasar.

Sin ganas de arriesgar mucho, terminamos la noche volviendo a comer a lo del padre toro (AKA Father Bull) donde nuestro ya amigo Rayean nos sirvió un curry de camarones que acompañamos con unas cervezas.













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